Esta es la primera Ficha de panadería básica. Podría haber
empezado por cualquier otro tema, pero ante todo y después de haber leído la
introducción al Aula de pan, he considerado conveniente empezar por lo que es esencial para mí. ¿Y por
qué es esencial para mí?, pues porque a partir de leer un día esta receta de
pan, me lancé con todos los miedos del mundo y me introduje en este mundo
apasionante, en el que una vez que entras, ya es difícil que haya una vuelta
atrás. Engancha, enamora, relaja…
Ya sé que está de moda, que hay
muchos libros, muchos blogs expertos, mucho escrito y publicado en las redes
sociales, pero yo lo único que quiero transmitiros es mi experiencia y mi
aprendizaje continuo, que no es mucho.
He dicho muchas veces a mis
amigas, que elaborar tu propio pan
requiere, TIEMPO, PACIENCIA Y GUSTO, PASIÓN
POR LO QUE HACES, después cada uno adaptará todo ello a sus gustos, a los
de los suyos y a su ritmo vital.
Quiero demostraros que para hacer
pan en casa, no es necesario saber una barbaridad, se trata de motivarse,
perder el miedo y lanzarse. Todo lo demás, irá viniendo solo. Así es la vida.
Para mí, aprender sobre lo que me gusta, pero también sobre lo que desconozco, ha sido una constante en mi vida. Investigando y escribiendo cada entrada de esta Aula de pan, seguiré en mi línea. Os puedo contar que preparando este pan, he leído más, he visto vídeos y he aprendido, comprobando que aún me queda mucho por aprender.
Y ahora, vamos a empezar.
La masa de pan básica se compone
de harina, agua, sal y levadura fresca.
La levadura fresca se puede sustituir por levadura seca. Ya hablaremos de ellas
en otra Ficha de panadería básica.
Este pan lo he elaborado todo a mano
tal y como podéis ver en las fotos. No tenía tanta luz como en los otros que
publico en el 5º Reto y menos tranquilidad porque tenía a mi hijo dándome un poco la
lata, pero he disfrutado mucho y creo que os demuestro que en no demasiado
tiempo y con no mucho tiempo de espera, el resultado, ha valido la pena. Una corteza crujiente y tostada y una miga bastante alveolada y tierna. El sabor, impresionante.
A partir de esta receta base y los consejos que
podéis encontrar, tanto en esta Ficha, como en los vídeos, podéis ya poneros
CON LAS MANOS EN LA MASA.
Si me lo contáis, me encantará.
Preparación tradicional
- Poner la harina tamizada* en un bol
grande, abrir un hueco en el centro y añadir la sal. Mezclar y añadir el agua
poco a poco. Mezclar bien con una mano (con la otra, sujetar el bol) o con una
cuchara de madera de fuera hacia dentro durante unos minutos. Se trata de que
la masa empiece a coger forma y todos los ingredientes estén bien integrados
(de 3 a 5 minutos).
- Sacar la masa del bol y ponerla en la superficie de trabajo, la cual,
tiene que estar muy poco enharinada, cuanta menos harina, mucho mejor.
- Amasar colocando los dedos por debajo de la masa e ir doblándola sobre sí
misma con fuerza. Repetir este proceso varias veces.
- Luego, levantar la masa y dejarla caer, de forma que golpee la superficie
de trabajo, sin miedo. Repetir varias veces. No temáis “maltratarla”. La masa
va cambiando su aspecto.
- Dejar reposar la masa durante 10 minutos. Se puede tapar con un paño o
con el mismo bol que hemos utilizado.
- Volver a repetir el proceso de amasado doblando la masa sobre sí misma y
golpeándola sobre la mesa de trabajo. Si vemos que en la bola de masa se abren
como agujeritos (como que se rompe), es que necesita volver a reposar.
- Dejar reposar la masa durante 10 minutos más.
- La masa ya ha adquirido consistencia. Añadir la levadura fresca bien desmenuzada* sobre la masa.
- Añadir un poquito de agua para que la levadura se disuelva. Seguir
amasando del mismo modo que antes, doblándola desde la parte superior hacia
nosotros con fuerza, levantándola un poco y golpeándola contra la superficie de
trabajo. De esta forma la oxigenamos y desarrollamos el gluten.
- Formar una bola con la masa. Hacer como un hatillo, doblando los bordes
de la masa hacia dentro. Bolear un poco con ayuda de las dos manos.
- Poner un paño enharinado dentro de un bol. También se puede poner un poco
de harina o aceite en un bol grande y colocar la bola en su interior.
- Colocar la bola de masa con los pliegues hacia arriba. Tapar con un paño
o con un trozo de film transparente untado en aceite.
- Colocar el bol en un lugar cálido. Dejar que leude (que doble su volumen)
de 30 minutos a 1 hora, dependiendo de la temperatura ambiente. Yo lo he tenido
1 hora.
- Precalentar el horno a 250˚calor sólo abajo (sin ventilador). Colocar en
la base del horno un recipiente con agua.
- Volcar el pan sobre una bandeja forrada con una hoja de papel de horno, o
si la tenemos, sobre una bandeja perforada.
- Al volcar el pan, como habíamos dejado los pliegues hacia arriba, éstos
quedarán ahora en la parte de abajo*.
- Si queremos que tenga un aspecto más rústico, espolvorearemos un poco de
harina tamizada por la superficie.
- Los primeros 10 minutos, sólo hornearemos con calor abajo* y a 250º. Pasado el tiempo, pondremos calor arriba-abajo, retiramos
la bandeja con agua y continuamos el horneado, bajando la temperatura a 200º
durante 20 minutos más. El tiempo siempre dependerá de cada horno.
Se puede acortar el tiempo, simplemente, amasar, dejar reposar una hora, formar y hornear.
Se puede acortar el tiempo, simplemente, amasar, dejar reposar una hora, formar y hornear.
Preparación en TMX
- Poner el agua con la levadura, 5
segundos, velocidad 4.
- Agregar el resto de ingredientes y programar, 6 segundos, velocidad 6 y 3
minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
- El resto, como en la preparación tradicional.
Un paso adelante
En este apartado añadiré información de interés o explicaré mejor lo que en
la receta encontréis marcado con un asterisco *
- Se recomienda utilizar harina de fuerza que la puedes encontrar en cualquier
supermercado.
- La harina
panificable te la venderán en las panaderías o en sitios especializados.
No es imprescindible si os estáis iniciando en hacer vuestro propio pan.
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- Se recomienda utilizar agua mineral. Si no la tenéis, dejad el agua en reposo antes de
utilizarla para que se evapore el cloro.
- Siempre he leído que se utilice templada, pero también lo contrario, fría del frigorífico, pero esto es para que se alargue el proceso de fermentación.
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- No siempre es necesario que tamicemos la harina. Se puede hacer
con un tamiz, tal y como veis en la foto, o con un colador grande. Al
tamizarla evitamos que queden grumos o impurezas.
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- La levadura nunca se pone con la sal, siempre se diluye en el agua o se añade a la masa, tal y como he hecho en este pan y podéis ver en la foto. Si es seca se añade al principio del amasado, pero nunca junto a la sal. |
- Si la masa se pega en la mesa es porque le falta
trabajo, hay que seguir amasándola.
- Si contiene harina en exceso, el pan no quedará esponjoso. No es buen tampoco que contenga demasiada agua, es mejor ir añadiéndola poco a poco. |
Tal y como podéis ver en el vídeo de El Forner
d’Alella, para comprobar que la masa ya está lista hay que hacer la siguiente
prueba:
*Coged un trocito de masa, estirarla con las yemas de los dedos. Si se
forman agujeros, tendremos que seguir amasando más tiempo. Si no se rompe y
se forman círculos perfectos, el gluten ya se ha integrado, la masa está
perfecta. Pero esto ya es para otro
nivel más avanzado.
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- Al volcar el pan sobre la bandeja, como habíamos dejado los pliegues
hacia arriba, éstos quedarán ahora en la parte de abajo, pero, justamente,
podríamos haber hecho lo contrario, es decir, en el bol colocarlos hacia
abajo y al darle la vuelta sobre la bandeja, quedarían hacia arriba.
- El resultado sería totalmente diferente. No he tenido
tiempo de hacerlo de las dos maneras.
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- Un panadero me dio en su día un consejo y desde entonces siempre lo
utilizo. Al ver diferentes vídeos de panaderos, he comprobado, que muchos lo
utilizan.
- Es importante que durante los
primeros 10 minutos, sólo pongamos calor abajo para que el pan suba mejor.
Si no tenemos en el horno esta posibilidad, apagaremos el horno 10 minutos.
Pasado el tiempo, pondremos calor arriba-abajo (si teníamos el horno apagado,
lo volvemos a encender).
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Hola Marisa, acá estoy yo leyéndote sin parar, jajajaja... Yo hago pan casero desde hace muchos años y sólo soy aficionada. Hasta hace poco tiempo no había leído nunca cómo se hace porque yo lo hago como aprendí de mi madre, pero ahora viendo cómo has hecho este pan, me sorprende que pongas la levadura después de hacer la masa, nunca lo ví así y te digo que probaré hacerlo de esta manera. Hacer pan me parece mágico, cuando mi niño era pequeño hacíamos el pan juntos, y la masa que le daba a él la cocinaba igual, viste que a ellos se le cae al suelo, la pasan por todos lados, se la pasan por la cara, jajajaj, pero yo en vez de tirarla se la cocinaba igual y él estaba encantado con comer algo que había hecho él, jajajaj... Para mi esos momentos también eran mágicos. Besos y me gustará aprender en tu aula del pan.
ResponderEliminarBesos y feliz viernes.
Muchas gracias Rosi, Una tarta de arroz toscana, un poco rarita y mi invitación nos van a unir en este lujo, amasar y hornear. Quedo a la espera de ver tus panes. Nos seguimos.
EliminarBesos y feliz fin de semana.
Que delicia Marisa, un pos estupendo. Ya ves que me he animado a participar en tu reto pero no se si está todo en regla. Bssss y buenas noches.
ResponderEliminarCon tu permiso me apunto que aunque creamos que lo sabemos todo sobre el pan, siempre hay algo nuevo que probar. Muakkkkkk
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